¿La inteligencia artificial también contamina?
Spoiler: sí, y más de lo que crees.
Cuando pensamos en contaminación, imaginamos fábricas humeantes, autos en tráfico eterno o mares llenos de plástico. Pero hay un nuevo villano silencioso del que casi nadie habla… y probablemente lo usaste hoy más de una vez: la inteligencia artificial. Sí, esa tecnología que te responde en segundos, te recomienda series, escribe textos, edita fotos o te ayuda a decidir qué producto comprar.
Todo eso consume energía a una escala brutal. La nube no es tan ligera como suena Cada vez que usamos IA, estamos activando servidores gigantes que se encuentran en centros de datos. Estos espacios necesitan electricidad las 24 horas del día, con sistemas de enfriamiento para que no colapsen. Una sola consulta a una IA puede usar hasta 10 veces más energía que una búsqueda común en internet. Ahora multiplica eso por millones de personas usándola a diario. Y no solo es electricidad. También hay que considerar:
- El uso de agua para enfriar estos sistemas.
- La huella de carbono de su infraestructura.
- La extracción de minerales para fabricar los chips que hacen que todo funcione.
¿Entonces ya no usamos IA? No se trata de satanizarla. Pero sí debemos repensar su uso, priorizando lo esencial y evitando el consumo digital excesivo. Igual que cuando decidimos cambiar un producto lleno de químicos por una opción natural.
En Bienestar Para Ti, creemos en un estilo de vida consciente: desde lo que usamos en la piel hasta lo que consumimos digitalmente. La tecnología puede ayudarnos, pero solo si también cuidamos el planeta. ¿Qué podemos hacer?
- Elegir servicios digitales sostenibles.
- Evitar el uso innecesario de IA (sí, ese poema que solo querías por curiosidad…).
- Apoyar marcas que sí piensan en su impacto ambiental.
El futuro no solo depende de las máquinas. Depende de cómo decidimos vivir, consumir… y cuidar.